Voces de Expertos
por
Claudia Mancilla Simbro
Una mirada a la vacuna de Influenza A
19
de
February
de
2024
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Las campañas de vacunación son un freno para detener las olas pandémicas como la Influenza aviar, estos agentes etiológicos son los virus de la influenza A y B. Por lo cual, es importante continuar con la vacunación para detener la propagación del virus en la población. Para ello, es vital comprender qué es una vacuna y para qué funciona. Ello permitirá que la población tenga confianza en la aplicación de la vacuna, dado que existen renuencia a que se les administre, donde se comprenderá que su uso es seguro y eficaz para la prevención de la gripe estacional o influenza.

POR CLAUDIA MANCILLA SIMBRO, LUZ DANIELA REAL NÁJERA Y ALBERTO RAMÍREZ MATA

FOTOS: ESIMAGEN.MX

https://doi.org/10.60647/298v-h970

Introducción

La salud pública se ha visto beneficiada con la existencia de las vacunas, que estas han sido una herramienta en la prevención de las enfermedades que afectan tanto a los humanos, como a los animales. Las inmunizaciones representan la piedra angular en el control y prevención de las enfermedades, con el fin de disminuir la morbilidad y mortalidad en los humanos.

Las vacunas desempeñan una función importante para garantizar su aplicación. Las vacunas se constituyen por cuatro componentes principales, los cuales son: antígenos, coadyuvantes, conservadores y estabilizadores. Las vacunas son suspensiones de microorganismos vivos, inactivos o fracciones de estos o partículas proteicas, que al ser administrados inducen una respuesta inmune que previene a la enfermedad contra la que está dirigida (CHLAEP, 2015).

Existen numerosas clasificaciones de las vacunas, según su composición, síntesis o naturaleza, como lo son las vacunas de microorganismos enteros, (atenuadas o inactivas), de subunidades (polisacáridos, conjugadas, acelulares, recombinantes), toxoides, vacunas de ADN (plásmidos), de ARN y otras (nanopartículas, vectores) (Valenzuela, 2020).

Cuando un porcentaje de una población se vacuna, este tiene un efecto protector que beneficia también a las personas que no se vacunan, generando la denominación de “protección de rebaño o grupo”. En la actualidad, disponemos de 2 estrategias de prevención de las enfermedades mediante inmunización: la activa y pasiva (CAV-AEP, 2023).

Antecedentes

Las enfermedades infeccionas causadas por virus, bacterias o parásitos son responsables de un tercio de las muertes alrededor del mundo que, a lo largo de la historia, han afectado a la humanidad. Si bien recordamos, algunas de las epidemias/pandemias más famosas son: la peste negra en el siglo XIV, responsable de la muerte de un tercio de la población europea. La viruela que afectó al 80% de la población en Europa. Durante la conquista de América Latina, se vieron presentes las epidemias de viruela y sarampión, traídas al nuevo continente por los navegantes del viejo continente.  La gripe española a principio del XX (1918), la cual, cobró más de 20 millones de vidas, más que los que murieron durante la primera Guerra Mundial. Hasta la epidemia del 2009, iniciada en México y la pandemia del 2020 en Wuhan, China, a finales del 2019, conocida como SARS CoV-2.

Cada una de las epidemias o pandemias que han existido son ocasionadas por bacterias y virus, como el caso de Influenza Aviar. Para combatirla, se ha trabajado en investigaciones y avances tecnológicos, con el fin de proteger a la humanidad (Secretaría de Salud, 2021b).

Historia de la vacunación

La vacunación se ha realizado de manera estratégica desde finales del siglo XVII, cuando el médico Edward Jenner tomó material de una lesión postular de viruela de vacas, esta lesión la causaba un virus de la familia Cowpoxvirus, transmitida por las manos de la ordeñadora Sahara Nelmes y lo inoculó en el brazo del infante James Phipps de 8 años. Posteriormente, volvió a inocular material de una lesión proveniente de un enfermo con viruela, demostrando que James no contrajo la enfermedad, quedó demostrado que el niño era “inmune” (Quezada, 2020).

Los antecedentes de la vacunación en México inician a finales del siglo XVIII, cuando se realizaron las grandes expediciones del Médico Francisco Balmis para enfrentarse a epidemias como la de viruela. En la historia de las epidemias, estas han causado un gran número de muertes (Latin Comm, 2015). En la ciudad de León, Guanajuato, se recuerda como vacunador a Fray Rafael, un religioso y no fue hasta 1814 que el Dr. Agustín Franco aplicó la vacunación para combatir la epidemia de ese año, que era viruela (Secretaría de Salud, 2021b).

Fue hasta 1926 cuando se ratificó por decreto presidencial que era obligatoria la vacunación contra la viruela y hasta 1951 que se declara a México como país libre de la enfermedad. En 1980, la 33° Asamblea Mundial de la Salud declaró oficialmente que “el mundo y todos sus habitantes se han liberado de la viruela” y se consideró a la misma como erradicada (Secretaría de Salud, 2021b).

Principios de la inmunización

El sistema inmune surgió como una necesidad para evitar el deceso de la población, por lo cual, las vacunas evitan y erradicar las infecciones generadas por diferentes patógenos, así como evitar otras enfermedades infecciosas (Secretaría de Salud, 2021b).

Inmunización es un término que denota un proceso de inducir o transferir inmunidad mediante la administración de un inmunobiológico; existen 2 tipos de inmunidad:

● Inmunidad innata: también conocida como natural, proporciona la primera línea de defensa frente a los agentes infecciosos. Para esta, participan medios de defensa celulares y bioquímicos que se encuentran de forma constitutiva incluso antes del contacto con algún agente (CHLAEP, 2015)

● Inmunidad adaptativa: es la que intervienen los linfocitos B, y los anticuerpos. Tuvo lugar por primera vez en los vertebrados con mandíbula, desarrollándose un grado mayor de especialización de sus mecanismos de defensa a través de la evolución (CHLAEP, 2015).

En vacunación, los antígenos de bajo peso molecular o haptenos, como los sacáridos, requieren de un acarreador para inducir respuestas inmunes adecuadas. Los anticuerpos son capaces de reconocer como antígenos a las moléculas de superficie de células virus, hongos, bacterias, parásitos y a xenobióticos como toxinas y fármacos (Secretaría de Salud, 2021b).

La respuesta inmunológica a la vacunación depende del tipo y la dosis del antígeno, el efecto de los adyuvantes y los factores del huésped relacionados con la edad, los anticuerpos preexistentes, la nutrición, la enfermedad concurrente o la genética del huésped (CHLAEP, 2015).

Vacunas

Para lograr la reducción de las enfermedades inmunoprevenibles la estrategia fundamental es lograr altas coberturas de vacunación (Valenzuela, 2020).

Las vacunas son preparaciones biológicas utilizadas para inducir inmunidad contra agentes infecciosos para mitigar, prevenir o controlar estados patológicos y dependiendo de la eficacia y efectividad de las vacunas, existe la posibilidad de la eliminación o erradicación de las enfermedades.

Propiedades de las vacunas

● Inmunogenicidad: capacidad de generar una respuesta inmunitaria protectora con la mayor duración posible frente al antígeno,

● Seguridad: las vacunas deben pasar por estudios exhaustivos, en forma de ensayos clínicos, para demostrar además de seguridad, la vigilancia, una que es una clave, puesto que estos son productos que se administran habitualmente a la población sana.

● Estabilidad: debe mantener sus propiedades en un tiempo y condiciones de conservación determinadas.

Tipos de vacunas

● Vacunas vivas atenuadas

Se derivan de virus o bacterias causantes de una enfermedad que han sido debilitadas bajo condiciones de laboratorio, y al estar debilitadas, estas no causarán la enfermedad o sólo provocarán una forma muy leve de ésta en forma subclínica. La reproducción o replicación de microorganismos vacunales permiten sensibilizar, activar o reactivar al sistema inmune, dando lugar a una respuesta virtualmente idéntica a la producida por la infección natural (Romero, 2013).

Se obtiene mediante pases sucesivos del microorganismo por medio de cultivo, hasta conseguir una reducción de su virulencia, pero sin perder su capacidad inmunógeno. Se caracterizan por ser sensibles a la luz o con el calor, por lo que deben manejarse con las medidas adecuadas (CAV-AEP, 2023).

● Vacunas inactivadas o muertas

Se producen por medios de cultivo del virus o bacterias que son inactivadas con calor o sustancias químicas. Los microorganismos contenidos en estas vacunas inmunitarias suelen ser menos potentes que las anteriores. En estas, se incorpora un agente infeccioso previamente inactivado, de tal forma que no provoca la enfermedad, pero sí genera una respuesta inmune que permite prevenir o mitigar la enfermedad. Las vacunas se pueden generar a partir de una parte del microorganismo que causa la infección, como sus proteínas o polisacáridos. Las vacunas basadas en polisacáridos están formadas por largas cadenas de moléculas de carbohidratos obtenidos de la cápsula de superficie de la bacteria; sin embargo, estas vacunas no se pueden aplicar en menores de 2 años.

● Vacunas recombinantes

Se producen insertando material genético relacionado con la virulencia de un organismo causante de la infección en células inocuas; las cuales sintetizan las proteínas del agente infeccioso, posteriormente, se aíslan las proteínas para ser usadas como vacunas (Secretaría de Salud, 2021b).

● Vacunas de ácidos nucleicos

Los descubrimientos en inmunología, biología molecular y genética médica han dado como resultado avances revolucionarios en el desarrollo de vacunas. Se trata de plataformas novedosas que parten de ARN o ADN para generar una proteína inmunogénica. Estas vacunas entrenan a las células de las personas vacunadas para producir una proteína o incluso una porción de una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo.

Las vacunas de RNAm (RNA mensajero) no contienen los virus vivos ni causan la enfermedad contra la que van dirigidas, sin embargo, el RNAm no afecta ni interactúan con el DNA de las personas vacunadas (LatinComm, 2015).

● Toxoides

Es una vacuna compuesta por toxinas producidas por los microorganismos, los componentes son modificados por medios fisicoquímicos, eliminando su poder patógeno, pero, no pierde su capacidad inmunogénica (CAV-AEP, 2023).

Componentes generales de las vacunas

Antígenos: molécula o fracción de ésta, capaz de ser reconocida por un anticuerpo o receptor de células T o B, algunas vacunas constan de un solo antígenos muy definidos, como toxoide tetánico o diftérico.

● Líquido de suspensión o excipiente: el cual es una sustancia añadida a un medicamento, utilizada como vehículo de vacuna para permitir que tome la forma, consistencia adecuada y estabilidad.

● Conservadores: son sustancias que se añaden a las vacunas para evitar su descomposición o la formación de cualquier contaminante de tipo biológico ya sea bacteriano o fúngico.

● Antibióticos: ciertas vacunas contienen antibióticos para prevenir la contaminación bacteriana durante el proceso de manufacturación, por ejemplo, neomicina, estreptomicina, anfotericina B.

● Estabilizantes: sustancias empleadas para mantener las características fisicoquímicas o biológicas de un medicamento u otro producto biológico.

● Adyuvantes: son compuestos incorporados a las vacunas inactivadas para aumentan la inmunogenicidad de los antígenos contenidos en las mismas o prolongar su efecto estimulador (CAV-AEP, 2023; Secretaría de Salud, 2021b).

Vacuna Influenza A

Los virus de influenza tipo A y B son causa frecuente de enfermedad respiratoria aguda, pero los tipos A son la principal causa de las epidemias extensas y de las pandemias.  En nuestro país, la vacuna utilizada es trivalente y es a base de dos cepas de influenza A (H1N1 y H3N2) y una sola cepa B (Ruiz-Palacios et al., 2020).

Los virus de la influenza experimentan cambios frecuentes en sus antígenos de superficie, la inmunidad adquirida tras la infección por uno de estos virus no genera una protección total contra las variantes antigénicas o genéticas del mismo subtipo, así mismo, se utilizan vacunas inactivadas inocuas que siguen para prevención de la influenza (OMS, 2005).

En México, la vacunación contra influenza está centrada en grupos de alto riesgo para el desarrollo de complicaciones, sin embargo, aún es controvertido el ampliar la cobertura a otros grupos poblacionales, (Ruiz-Palacios Y Santos et al., 2021).

● Agente etiológico

El virus de influenza es un virus ARN, que pertenece a la familia Orthomyxoviridae, este se divide en subtipos de acuerdo con dos glucoproteínas de membrana: la hemaglutinina y la neuraminidasa.

Los virus tipo A han sido el causante de grandes epidemias y pandemias, la más reciente, la ocurrida en el año 2009 y una de sus características más importantes es que estas se encuentran en constante cambio.

Los virus tipo B generalmente causan enfermedad leve y afecta principal a la población infantil. Los tipos C ocasionalmente causa enfermedades en humanos, sin embargo, no hay datos de que estas ocasionen brotes o epidemias.

● Distribución

Tiene una distribución mundial, se presenta en epidemias anuales, las conocidas como epidemias estacionales y pandemias.

● Modo de trasmisión

Se trasmite de persona a persona a través de aerosoles producidos al toser o estornudar. Puede trasmitirse también por fómites, aerosoles mediante pequeñas gotas de saliva o secreciones nasales o faríngeas, al inhalarse, las partículas virales se sitúan en el epitelio pulmonar de las vías respiratorias y en sitios de réplica.  Con tiempo de incubación regular de uno a cinco días.

● Descripción de la vacuna

La vacuna anti influenza es una preparación de virus de influenza tipo A y B, producida en huevos de embrión de gallina o en cultivos celulares, la OMS emite anualmente recomendaciones referentes a las cepas que incluirán en las vacunas, como lo son sí estarán constituidos de virus vivo, atenuados o inactivados (Ruiz-Palacios Y Santos et al., 2021).

● Presentación

Tiene varias presentaciones: jeringa prellenada con una dosis de 0.25ml, jeringa de 0.5ml de suspensión inyectable, monodosis o frasco de 5ml.

● Conservación

Mantener la vacuna a una temperatura de 2°C a 8°C en los refrigeradores y termos. Los frascos abiertos se pueden utilizar hasta por 28 días.

● Eficacia

Esta varía de acuerdo con el tipo de vacuna a la concordancia de las cepas contenidas con las cepas circulantes. Vía de administración: Intramuscular en todos los grupos.

● Descripción de la vacuna aplicada en México

La vacuna contra influenza que se utiliza en México es una formulación inactivada de dos virus del tipo A (A/Victoria/2570/2019(H1N1) pdm09/A/Cambodia/e0826360/2020(H3N2) y uno del tipo B (B/Washington/02/2019(linaje B/Victoria), elaboradas a base de embriones de gallina, que se modifican anualmente de acuerdo al dominio de las cepas circulantes y a la composición antigénica recomendada por la OMS en el hemisferio norte. Esta debe aplicarse al inicio de la campaña de vacunación de la temporada invernal correspondiente, independientemente de cuando se aplicó la dosis correspondiente a la temporada invernal previa (Secretaría de Salud, 2021a).

En años recientes, la vacuna contra la influenza contiene 15µg de cada antígeno de hemaglutinina por dosis de 5ml, también contiene timerosal, dependiendo del laboratorio productor, como conservador (Corcho, 2021).

Conclusión

Durante la historia de la humanidad, ésta se ha visto afectada por epidemias y pandemias, donde se creía que eran ocasionadas por movimientos astronómicos, hasta la más reciente del año 2020, donde se intensificó la investigación para generar vacunas, a raíz de ello, se han elaborado medidas de prevención aplicando vacunas y para el control de estas enfermedades emergentes y reemergentes. Por lo tanto, se necesita generar refuerzos para evitar otra epidemia o pandemia. Y solo, entonces se podrá dar la importancia a la vacunación para generar una inmunidad y poder hacer frente a las enfermedades.

REFERENCIAS

CAV-AEP. (2023). Generalidades de las inmunizaciones (AEP). Manual de Vacunas en línea de la AEP.

CHLAEP. (2015). Conceptos generales sobre vacunas. www.pdffactory.com

Corcho, D. (2021). Influenza. Mi Salud.

LatinComm. (2015). Historia y avances de la vacunación en México (Latesr Review). gsk.

OMS. (2005). Vacunas contra la influenza. http://who.int/influenza

Quezada, A. (2020). The origins of the vaccine. Revista Médica Clínica Las Condes, 31(3), 367–373. https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2020.07.002

Romero, R. (2013). Vacuna y Vacunación: Fundamentos y manejo de las inmunizaciones (Ed. Panamericana). Ed. Panamericana.

Ruiz-Palacios, G. M., Beigel, J. H., Guerrero, M. L., Bellier, L., Tamayo, R., Cervantes, P., Alvarez, F. P., Galindo-Fraga, A., Aguilar-Ituarte, F., & López, J. G. (2020). Public health and economic impact of switching from a trivalent to a quadrivalent inactivated influenza vaccine in Mexico. Human Vaccines and Immunotherapeutics, 16(4), 827–835. https://doi.org/10.1080/21645515.2019.1678997

Ruiz-Palacios Y Santos, G. M., Betancourt-Cravioto, M., Espinosa-Rosales, F. J., Rivas-Ruiz, R., Guerrero-Almeida, M. C., Guerrero-Almeida, M. de L., Hernández-Porras, M., Macías-Hernández, A. E., Macías-Parra, M., Moreno-Espinosa, S., Bano-Zaidi, M., Noyola, D. E., Ramos-Castañeda, J., Reyes-Paredes, N., Rodríguez-Suárez, R. S., Solórzano-Santos, F., & Vargas-Ramírez, H. G. V. (2021). Universal influenza vaccination: A mexican expert position paper. In Gaceta Medica de Mexico (Vol. 157, Issue 6, pp. 651–656). Academia Nacional de Medicina. https://doi.org/10.24875/GMM.21000378

Secretaría de Salud. (2021a). Lineamientos de vacunación para la temporada de influenza estacional 2021-2022. SALUD.

Secretaría de Salud. (2021b). Manual de Vacunación 2021.

Valenzuela, M. T. (2020). Importancia de las vacunas en salud pública: hitos y nuevos desafíos. Revista Médica Clínica Las Condes, 31(3), 233–239. https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2020.03.005

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