Voces de Expertos
por
Claudia Panisello
No items found.
El recuerdo y el sentido del ser entre los enamorados
25
de
July
de
2025
NUESTRAS REDES SOCIALES
https://doi.org/10.60647/k7ax-m022

Resumen

El análisis del tema de la relación del recuerdo y el sentido del ser entre los enamorados se realiza sobre la película Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, que consiguió el Óscar al mejor guion original y se convirtió en una “película de culto”.

El tema se analizará considerando: La relación del recuerdo y el sentido del ser de los enamorados. Los niveles de ficción con relación a la trama de la obra. Analepsis y prolepsis con el eje de la memoria. El contexto sociocultural del que parte la película es el de San Valentín. El tema central del filme es la relación entre el amor y el recuerdo. El receptor reconoce los diferentes elementos que permiten la conexión de toda la película, que como Ouroborus, se muerde la cola, es decir, vuelve al comienzo, con un sentido del eterno retorno. La idea de lo inexorable respecto a la pareja que forma el amor atraviesa todo el filme, puesto que ningún procedimiento de borrado de memoria logra hacer desaparecer el sentimiento verdadero entre ellos.

Palabras clave: Enamorados, recuerdos, ser.

Introducción

Eternal Sunshine of the Spotless Mind es el título original de la película escrita por Charlie Kaufman y dirigida por Michel Gondry, estrenada en el año 2004. Consiguió el Óscar al mejor guion original y se convirtió en una “película de culto”, debido a su temática que entrelaza la ciencia ficción con el amor con una profunda intervención de las nuevas tecnologías que influyen (y en este caso perjudican) a la vida de la gente. Sus protagonistas son Joel Barish, interpretado por Jim Carrey y  Clementine Kruczynski, interpretado por Kate Winslet, nominada para la mejor actriz en los Óscar 2005.

Se analizan diversos aspectos de esta obra:  La relación del recuerdo y el sentido del ser de los enamorados. Los niveles de ficción con relación a la trama de la obra. Analepsis y prolepsis con el eje de la memoria.

Desarrollo del Tema

La obra comienza con el despertar del personaje Joel Barish, y su pensamiento sobre “ideas vagas” relacionadas con el día de San Valentín del 2004, relatando su viaje a Montauk. Clementine pidió el borrado de la memoria para no recordar lo que era su amor y evitar el sufrimiento, luego de una ruptura. Posteriormente, Joel pide que le apliquen el mismo procedimiento, ya que le informan que Clementine lo ha borrado de su memoria.

El contexto sociocultural del que parte la película es el de San Valentín.  La importancia de la fecha es una construcción cultural, es decir, impuesta por el entorno y, además, obviamente, tiene fines asociados al negocio. Es fundamental comprender este aspecto para entender el punto de partida de esta obra, porque la trama implica la llegada de ese día tan especial, y/o temido que es el día de San Valentín.

El Recuerdo y el Amor

El tema central del filme es la relación entre el amor y el recuerdo. Según esta película, sería posible borrar los recuerdos que se refieren al ser querido, por eso se cataloga como una película de ciencia ficción, puesto que implica un adelanto tecnológico que todavía no se posee.  Lo que parece en la película como relativamente fácil, que es el borrado de recuerdos de los enamorados aparentemente, no sería tan sencillo. Y todavía no es posible realizarlo. Se consultaron algunas fuentes, y según Weisstaub (2024):

“No hay forma de borrar de manera definitiva y dirigida recuerdos específicos (…) Desde la perspectiva neurocientífica, el borrar recuerdos, involucraría procesos moleculares específicos y selectivos que no se conocen en detalle y que, por lo tanto, no se pueden manipular”.

Se encontrarían en la película dos procesos: uno que es la capacidad de borrar la memoria, pero no cualquier memoria del personaje, sino con el criterio selectivo de agrupación de recuerdos del ser amado. El proceso sería muy complejo, puesto que implicaría una manipulación aún no lograda en el campo de las neurociencias.

Según las investigaciones que desarrolla Laura Mejía (s.d) en el ensayo “Recuerdos, neurociencia y Navidad”, en los estudios sobre la memoria, hubo diversas etapas “Se dieron cuenta entonces de que había dos tipos de memoria: la declarativa y la motora, también llamada procedimental” (p. 2).

William James diferenció una memoria primaria y otra memoria secundaria. Atkinson y Richard se refirieron a memoria a corto plazo (memoria de trabajo) es consciente y sirve para las tareas diarias. En la memoria a largo plazo “la información queda registrada por tiempo ilimitado en forma implícita de manera inconsciente o explícita y consciente” (Mejía, p. 3). Es decir, que estos recuerdos estarían asociados a una memoria a largo plazo relacionada con las emociones y sensaciones sentidas con relación al ser amado. El deseo de los enamorados es borrar sus recuerdos para no sufrir. Sus devenires en la vida no tendrían el anclaje anímico de sus recuerdos, que permanecían fijos. Eso es lo que trabajaría ese supuesto procedimiento de borrado de recuerdos.

El recuerdo sobre alguien está íntima y estrechamente ligado a la identidad de cada uno. Es decir, el ser es en relación con sus recuerdos. El yo está integrado por recuerdos, por lo que ha vivido y en el sentido del amor, esa memoria se asocia a su más auténtica interioridad.

Ebighauss se refiere al “Seasonal Affective Disorder” (desorden afectivo estacional), (Mejía, p. 8). En ese caso se refiere a la “depresión blanca” que es el fenómeno que acontece a algunas personas en la época de Navidad.  Este sentido sería el mismo que ocurre por San Valentín, puesto que no es el ser en sí, sino el significado que la fecha encierra, que no puede tolerar la persona, al causarle angustia.

La vivencia de la experiencia del amor y su contraparte, el desamor es comprendida por el público, y la recepción de la idea consolidada a partir del olvido es entendida en su totalidad. Lo significativo para la captación del significado está en los diferentes rasgos semióticos relacionados con la operación del procedimiento y no al procedimiento mismo. El cine constituye un espacio semiótico del que se infiere la cultura en sus diferentes aspectos.  La deconstrucción de los recuerdos sucede en la mente del protagonista en un orden de desintegración que va de lo espacial a lo personal. Es decir, se caen los muros de la casa y luego se cae el recuerdo de ese momento vivido con la amada.

Según Nasio, en cita de Berenstein: “somos el rasgo común a todos los objetos amados y perdidos a lo largo de nuestra vida... te amo no por lo que tú eres, sino por esa parte de mí que llevas en ti” (Berenstein, 2017, p. 5).  Entonces, la parte inconsciente estaría atravesada por el sentimiento del otro, es decir el otro mismo. La modificación de ese factor de la huella modificaría lo químico de su esencia, generando no sólo la pérdida del otro, sino la pérdida parcial de sí mismo.

La Trama y niveles de ficción

La trama de esta película se caracteriza por formarse a través de sucesivas analepsis (saltos para atrás en el tiempo, llamado en inglés flashback) y prolepsis (saltos hacia adelante en el tiempo, llamado en inglés flashforward).  El receptor de la obra irá construyendo lo que ocurrió con los personajes a través de la comprensión de esta trama no lineal.

El espacio del recuerdo implica lo vivido por los sentidos, percibido y vivenciado de nuevo. Lo recordado por Joel ocurren en una linealidad en una forma coherente y coordinada a un marco espacial y temporal determinado. Siguiendo a Torben Grodal, refiriéndose a la linealidad como agencia, (en general, no referido a esta película) sostiene: “... la linealidad es una representación mental de un rasgo esencial del mundo, cual es que existe en el tiempo y que el tiempo se experimenta como algo vinculado a procesos irreversibles. Tales procesos se representan a través de conceptos mentales como el de causa y efecto” (p. 80)

Se encuentran dos niveles de ficción: el primer nivel es lo que sucede en el filme, con sus diversas etapas, que suceden por medio de analepsis y prolepsis. Comienza con esas ideas vagas sobre San Valentín de 2004. Joel Barish tomó un tren para ir a Montauk, sin saber su verdadero móvil interior, faltando inclusive a trabajar. Tanto Joel como Clementine se sienten atraídos el uno por el otro, pero no recuerdan haberse visto. Para el receptor de la película es el conocimiento de dos personajes, y el inicio de una relación, hasta que luego se pasa en un segundo momento a explicar lo acontecido. El segundo nivel de ficción es el que sucede dentro de la mente de Joel Barish, cuando le están borrando los recuerdos, y la elaboración de una estrategia para mantener ese amor, aunque está semidormido por el procedimiento. Joel había escondido en sus recuerdos a Clementine, ubicándola no en su relación, sino con otros recuerdos de su adolescencia.  

Es muy acertado el empleo del cambio del color de cabello de Clementine a nivel simbólico por el seguimiento de su estado anímico a lo largo de la película, y además como indicador a nivel estructural como facilitador de la comprensión de la trama en su alternancia entre los diferentes tiempos vividos por la pareja. El sentido simbólico del color azul está asociado a la desintegración. Según Vázquez, los colores cálidos se asocian a la actividad e intensidad y los colores fríos se asocian a la pasividad y debilitación.

Conclusión

La construcción cultural relativa al día de San Valentín sería contemplada en su sentido negativo, puesto que fue el disparador del borrado de recuerdos de los enamorados. Hay una crítica implícita de la película hacia ese tipo de festejos, puesto que desencadenan estas circunstancias angustiantes.

El tratamiento de los niveles de ficción de lo que sucede en un primer nivel referido al procedimiento se alterna con el segundo nivel de ficción de los recuerdos y pensamientos del protagonista, aportando un interés dinámico a la obra. El procedimiento de analepsis y prolepsis dentro de los niveles de ficción es lo que permite al receptor comprender el significado de la obra.

La idea de lo inexorable respecto a la pareja que forma el amor atraviesa todo el filme, puesto que ningún procedimiento de borrado de memoria logra hacer desaparecer el sentimiento verdadero entre ellos. El recuerdo y el sentido del ser están profunda y estrechamente unidos, puesto que forman la identidad del enamorado, su mundo y sus circunstancias. El sentido del ser está indisolublemente unido a la esencia de sus vivencias con el ser querido, de manera que lo define y forma parte de su propia interioridad.

REFERENCIAS

Berenstein, Graciela. (2013) Del Eterno Resplandor... a la posibilidad del Recuerdo https://biblioteca.efbaires.com.ar/files/texts/TextoOnline_1653.pdf

Mejía García, Laura (s.d) Recuerdos, neurociencia y Navidad, parte II http://www.cienciorama.unam.mx/a/pdf/598_cienciorama.pdf

Torben Grodal en Conde, Juan Alberto. (2019). Semióticas del cine y del audiovisual, nuevas tendencias. https://expeditiorepositorio.utadeo.edu.co/bitstream/handle/20.500.12010/25803/pdf-_semiotica_cine_-_pag-_web-_3-19.pdf?sequence=1

Vázquez Hoys, Ana  y MuñozMartín, Óscar. (1997). Diccionario de magia en el mundo antiguo, Madrid, Aldebarán.

Weisstaub, Infobae, (2024) https://www.infobae.com/salud/2024/05/08/se-pueden-borrar-los-recuerdos-del-cerebro-que-dicen-los-expertos-y-como-impacta-en-el-aprendizaje/#:~:text=Y%20agrega%3A%20%E2%80%9Cno%20existen%20t%C3%A9cnicas,%2C%20no%20se%20pueden%20manipular%E2%80%9D

ULTIMOS ARTICULOS