Palabras clave: Mercadotecnia digital, comercio electrónico, economía
Resumen
La creciente popularidad de plataformas como Shein, Temu y AliExpress ha transformado el comercio digital en México. Estas plataformas ofrecen productos a precios sumamente accesibles, lo que ha llevado a un aumento significativo en el consumo de los mexicanos y a la consolidación del país como líder en compras en línea dentro del mercado latinoamericano. Sin embargo, pocos consumidores consideran el impacto económico de los aranceles aplicados a los productos importados desde estas plataformas. Estas prácticas pueden afectar la economía local, fomentar la competencia desleal y contribuir al crecimiento del comercio informal.
El presente documento busca reflexionar sobre la importancia de la calidad y el impacto del consumo de productos de bajo costo en plataformas digitales, elementos fundamentales para el desarrollo socioeconómico del país.
Luego de tres años de incertidumbre económica en el comercio digital mundial, las ventas minoristas han experimentado un crecimiento significativo, destacándose América Latina como una región clave en este fenómeno.
Según un estudio publicado por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), México lidera la lista de los países latinoamericanos con mayor consumo digital. A nivel global, el país ocupa el décimo lugar en contribución a las ventas en línea. El mismo estudio indica que las compras digitales realizadas por los mexicanos aumentaron un 24.6%, representando el 5.6% del PIB nacional (AMVO, 2023).
Ante estos datos, surge la pregunta: ¿En qué gastan los mexicanos su dinero en línea? Las categorías principales incluyen moda, electrodomésticos, bebidas no alcohólicas, belleza y cuidado personal, electrónicos, muebles y decoración para el hogar (AMVO, 2023).
Sin embargo, este crecimiento del comercio electrónico también ha generado consecuencias negativas. Plataformas como Temu, Shein y AliExpress han propiciado una caída del 8% en la industria de confección de ropa, además de la pérdida de empleos, según reportes de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE) (Vanguardia, 2024). Esto plantea la necesidad de analizar cómo el comercio minorista digital podría estar afectando la economía nacional.
El comercio minorista digital puede verse desde dos perspectivas: como una oportunidad de negocio o como un fenómeno que fomenta la competencia desleal y la evasión fiscal. China exporta aproximadamente 20 mil toneladas diarias de mercancías a distintas partes del mundo. Muchas de estas ventas provienen de plataformas como Temu, Shein y AliExpress, que operan bajo el modelo de dropshipping. Este sistema permite vender productos sin contar con un inventario propio, funcionando como intermediarios entre el proveedor y el consumidor. Si bien esto optimiza costos, también facilita la evasión de normativas aduaneras, afectando a los vendedores locales (MZU Global, 2024).
Shein, una de las empresas más exitosas del e-commerce, se ha consolidado en el mercado de la "fast fashion", ofreciendo ropa y accesorios a precios sumamente bajos. No obstante, la legislación aduanera en México establece que los productos importados desde China deben incluir tarifas arancelarias de entre el 15% y el 30%, dependiendo de su clasificación. En muchos casos, estas tarifas se eluden mediante categorías erróneas o incluso contrabando (Vanguardia, 2024).
Este problema no solo afecta a los compradores individuales, sino también a los emprendedores que importan grandes volúmenes de ropa para su venta local. Estos comerciantes deben pagar impuestos, lo que los coloca en desventaja frente a quienes adquieren productos sin declarar aranceles (MZU Global, 2024).
Temu, por su parte, ha revolucionado el comercio digital con precios bajos, facilitados por proveedores chinos. Sus productos suelen etiquetarse con montos inferiores al umbral de aranceles, reduciendo así sus impuestos aduaneros a menos del 10% (MZU Global, 2024). Esta estrategia le permite mantener costos competitivos, afectando a los minoristas locales.
AliExpress, otra plataforma de gran alcance, se especializa en productos industriales y componentes electrónicos. Sin embargo, su sistema de categorización de mercancías genera confusión en la aplicación de aranceles, permitiendo a ciertos productos ingresar con costos tributarios reducidos (MZU Global, 2024).
El comercio electrónico ofrece ventajas innegables: comodidad, ahorro de tiempo y reducción de costos en transporte. Sin embargo, también es crucial reflexionar sobre la necesidad de regulaciones más estrictas que garanticen una competencia equitativa entre las empresas físicas y digitales.
Las medidas adoptadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en México incluyen la obligación de registrar a las tiendas en línea e intermediarios en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), con el fin de retener impuestos sobre estas transacciones. Además, se han implementado programas de auditoría para detectar prácticas de contrabando y evasión fiscal (El Economista, 2024).
El desafío radica en encontrar un equilibrio entre la innovación digital y la protección de la economía local. Mientras las plataformas digitales continúen expandiéndose, es imperativo que las políticas gubernamentales evolucionen para garantizar un mercado justo para todos los participantes.