Mamografía por Impedancia Eléctrica: Una tecnología no invasiva para la detección del cáncer de mama
1
de
June
de
2025
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DOI: 10.60647/q3yr-rw85

Palabras clave: cáncer de mama, mamografía, tecnologías emergentes

El cáncer de mama en la actualidad es una de las principales causas de muerte en mujeres a nivel mundial, lo que requiere la necesidad de crear herramientas diagnósticas que sean más precisas y accesibles para su detección temprana. En México, en 2023 se registraron más de 8,000 fallecimientos debido a esta enfermedad, representando el 9% del total de fallecimientos por tumores malignos en mujeres según reportes del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2024). La detección oportuna del cáncer de mama es crucial para mejorar las tasas de supervivencia y facilitar el acceso a tratamientos menos invasivos. Sin embargo, los métodos convencionales, aunque son efectivos en muchos casos, presentan algunas limitaciones, especialmente en mujeres jóvenes o con alta densidad mamaria. Estas limitaciones han impulsado la búsqueda de tecnologías emergentes que complementen los procedimientos existentes, permitiendo identificar anormalidades relacionadas con el cáncer en etapas tempranas y el poder ser aplicadas a mujeres menores de 40 años. Con este objetivo, herramientas como la mamografía por impedancia eléctrica (EIM por sus siglas en inglés) han surgido como una alternativa prometedora, ofreciendo una solución innovadora que podría transformar la manera en que se aborda la detección del cáncer de mama en todo el mundo.

Los procesos de tamizaje actuales y su evolución

En México, la lucha contra el cáncer de mama está respaldada por la Norma Oficial Mexicana NOM-041-SSA2-2002, que establece estrategias claras para su detección temprana (Secretaría de Salud, 2003). Entre ellas se incluyen la autoexploración mamaria, que es recomendada a partir de los 20 años, el examen clínico de las mamas, recomendado a partir de los 25 años, y la mastografía, que se realiza cada dos años a mujeres de entre 40 y 69 años. A pesar de la efectividad de estos métodos, existen desafíos importantes, especialmente en mujeres menores de 40 años o con alta densidad mamaria. En estos casos, la mastografía puede tener limitaciones para identificar ciertas lesiones debido a las características del tejido. Para abordar estas limitaciones, se han introducido estudios complementarios a las mastografías convencionales como el ultrasonido mamario y, más recientemente, la mamografía por impedancia eléctrica.

La EIM es un método emergente que no utiliza radiación y analiza la conductividad eléctrica del tejido mamario para detectar anomalías. Este enfoque se basa en un descubrimiento realizado en 1926 en el cual se encontró que las células malignas presentan cambios específicos en su impedancia eléctrica (Raneta et al., 2012). A partir de esta propiedad, se desarrolló un sistema diagnóstico que fue capaz de evaluar el riesgo de cáncer de mama y otras condiciones, como la mastitis, la enfermedad fibroquística e incluso la involución fisiológica del tejido.

Con esta herramienta, la ciencia médica amplía las posibilidades de detección oportuna, ofreciendo un método seguro, accesible y complementario a las técnicas tradicionales para proteger la salud mamaria de las mujeres en todas las etapas de su vida.

Fig. 1 Izquierda: Diagrama de la representación de las capas captadas por el dispositivo MEIK. Derecha: Las imágenes captadas por el dispositivo MEIK para cada capa cuyo color está asociado al índice de conductividad (IC) que a su vez se asocia con la densidad del tejido Una mayor densidad podría estar relacionada a una lesión.

¿Cómo funciona la mamografía por impedancia eléctrica?

La EIM es una tecnología que analiza cómo se comporta la electricidad dentro del tejido mamario. En lugar de utilizar rayos X como en la mamografía convencional, este método mide la capacidad del tejido para resistir o permitir el paso de la corriente eléctrica, un fenómeno conocido como impedancia eléctrica. El principio de funcionamiento de la EIM se basa en que los diferentes tipos de tejido tienen distintas propiedades eléctricas. Por ejemplo, las células malignas tienden a contener más agua y electrolitos como sodio, calcio y potasio, lo que las hace más conductivas que las células normales. Esto significa que los tumores cancerosos permiten que la corriente fluya con mayor facilidad, mientras que el tejido sano ofrece una mayor resistencia.

El procedimiento de la EIM es simple y no invasivo: se colocan electrodos en la piel del paciente, los cuales emiten una corriente eléctrica de muy baja intensidad. A partir de las mediciones de resistencia en distintos puntos, el dispositivo genera una imagen detallada de la distribución de la impedancia en la mama, permitiendo identificar zonas donde el tejido presenta características normales o anómalas. Este método resulta particularmente útil en mujeres con alta densidad mamaria, una condición que puede dificultar la detección de tumores en mamografías tradicionales debido a la uniformidad del tejido glandular. Como la EIM no depende de la densidad del tejido, puede ofrecer información adicional que ayude a una detección más precisa.

Si bien la EIM no reemplaza a la mamografía convencional, su capacidad para analizar las propiedades eléctricas del tejido mamario sin necesidad de radiación la convierte en una herramienta complementaria valiosa en la detección temprana del cáncer de mama.

Evidencia científica y avances tecnológicos

Desde su desarrollo, la EIM ha ganado reconocimiento internacional como una herramienta efectiva para diferenciar tumores benignos y malignos en el tejido mamario. Investigadores en países como Alemania, Estados Unidos, Rusia, Canadá, China y el Reino Unido han realizado numerosos estudios que respaldan su eficacia posicionándola como una opción prometedora para la detección temprana del cáncer de mama.

Uno de los avances más destacados ocurrió en 2005, cuando un estudio clínico llevado a cabo con el dispositivo T-Scan 2000 ED, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), demostró su alto potencial en mujeres menores de 50 años. En una muestra de 1103 pacientes, se logró detectar 29 casos de cáncer de mama, con una sensibilidad que alcanzó entre el 92% y el 100% en tumores menores de 10 milímetros. Estos resultados subrayan la capacidad de esta tecnología para identificar lesiones en etapas muy tempranas, un factor crucial para mejorar los pronósticos.

En Rusia, los avances también han sido significativos. Investigadores desarrollaron el dispositivo MEIK, una herramienta basada en impedancia eléctrica que ha demostrado una precisión del 87.39% en la detección de anomalías mamarias. Estos logros internacionales consolidan a la mamografía por impedancia eléctrica como una tecnología con un impacto global, capaz de complementar los métodos convencionales y aportar soluciones innovadoras en la lucha contra el cáncer de mama.

Mamografía por Impedancia Eléctrica en el IMSS y su impacto en la detección temprana

Este dispositivo ya está disponible en México con registro en COFEPRIS, lo que representa un gran paso para su implementación en el país. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha integrado la mamografía por impedancia eléctrica como parte de un proyecto para analizar sus características. Esta técnica permite obtener imágenes detalladas del tejido mamario a distintas profundidades, brindando una visión más completa de su estructura y facilitando una evaluación más precisa. La investigación que se está desarrollando con esta tecnología está estudiando su aplicación en población mexicana y el cómo se relacionan los hallazgos EIM con los resultados de la mastografía tradicional. (Murillo-Ortiz et al., 2019).

Los estudios recabados incluyen una población diversa que abarca mujeres de los 25 a los 75 años, así como en pacientes que han recibido tratamientos hormonales, farmacológicos o quirúrgicos. También ha sido empleada en mujeres que han pasado por procedimientos de cirugía estética, lo que ha permitido analizar cómo distintas condiciones fisiológicas y clínicas pueden influir en el tejido mamario.

Con este proyecto de investigación, el IMSS reafirma su compromiso con la salud de las mujeres al incorporar tecnología avanzada y enfoques innovadores que mejoran la detección y el tratamiento oportuno del cáncer de mama. La IEM se presenta como una alternativa complementaria a los métodos tradicionales, ofreciendo una opción sin radiación y accesible para un mayor número de pacientes.

Conclusión

El esfuerzo por mejorar la detección del cáncer de mama continúa, al igual que la necesidad de optimizar las herramientas de diagnóstico temprano. La mastografía convencional sigue siendo el estándar de los métodos de tamizaje; sin embargo, en este contexto, la exploración de nuevas tecnologías amplía las opciones disponibles. Esta alternativa complementa los métodos tradicionales, ofreciendo una opción sin radiación y con un enfoque accesible para más mujeres.

Esta técnica ha demostrado en estudios internacionales e investigación en el IMSS ha mostrado su potencial para identificar anomalías en el tejido mamario. Estos avances abren nuevas posibilidades para mejorar la precisión en el diagnóstico del cáncer de mama, especialmente en poblaciones donde el acceso a estudios convencionales es limitado. Si bien no existe una única herramienta que garantice la detección total de la enfermedad, el avance de la tecnología médica permite diversificar las opciones de diagnóstico y mejorar las oportunidades de atención. El verdadero reto no solo está en perfeccionar estas innovaciones, sino en garantizar que lleguen a quienes más las necesitan, asegurando que todas las mujeres tengan acceso a métodos de detección efectivos y oportunos.

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REFERENCIAS

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2024). Estadísticas a propósito del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama (19 de octubre) [Comunicado de prensa núm. 599/24]. INEGI.

Murillo-Ortiz, B., Rodríguez-Penin, A., Hernández-Ramírez, A., Rivera-Villanueva, T., Moran-González, A. E., Martínez-Garza, S., Suárez-García, D., Pérez-Murguía, M., & Romero-Coripuna, R. (2019). Diagnóstico de cáncer de mama mediante mamografía por electroimpedancia computarizada MEIK. Revista Mexicana de Mastología, 9(1), 20-28. https://doi.org/10.24875/RMM.M19000003

Raneta, O., Ondruš, D., & Bella, V. (2012). Utilization of electrical impedance tomography in breast cancer diagnosis. Klinicka Onkologie, 25(1), 36–41.

Secretaría de Salud. (2003). Norma Oficial Mexicana NOM-041-SSA2-2002, Para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama. Diario Oficial de la Federación, 17 de septiembre de 2003.

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